El mantenimiento con chorro de arena en industrias suele ser la técnica de limpieza más empleada. También conocida como granallado, consiste en expulsar arena con una fuerte presión, de manera que los granos de arena se encargan de limpiar la superficie sobre la que se ejerce dicha presión.
Lo más normal es que en esta técnica se utilice la arena como materia prima. Su uso se recomienda sobretodo en trabajos de decapado de pintura o limpieza de superficies como maquinarias, fachadas de edificios o chorro de arena en plantas de hormigón. Dependiendo de la zona a tratar se deberá escoger un tipo de grano u otro, además de ejercer diferentes presiones sobre la misma. Si la selección del material es correcta, los resultados serán más que visibles.
Se trata de unas técnicas de mayor efectividad, lo cual es una de las principales ventajas que obtendremos al emplear esta técnica de limpieza. No importa sobre el material que queramos trabajar siempre y cuando se haya contemplado previamente la mejor manera de ejercer presión sobre él, ya que, de lo contrario podría sufrir unos desperfectos difíciles de reparar, por lo que es de vital importancia contactar con un especialista que conozca perfectamente la superficie a tratar y nos aconseje la mejor manera de hacerlo.
Algunas de las múltiples ventajas que podemos destacar de emplear esta metodología de limpieza son:
- Elimina la pintura
- Retira restos de otros acabados
- Remueve la suciedad e impurezas
- Elimina la oxidación
- Pule materiales opacos
- Elimina grafitis
- Prepara las superficies para que los tratamientos que vaya a recibir sean más eficaces